¿QUIENES
SOMOS?:
El Centro Educativo Pestalozzi,
una fundación creada por Mauricio y Rebeca Wild. A través de este libro “Educar
para ser. Vivencias de una escuela activa “se nos relata la experiencia
pedagógica de una escuela fundamentada en la neuroeducación donde se da importancia a la investigación
del cerebro en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en su evaluación,y cuyo
principio pedagógico fundamental es la creación de “unos ambientes preparados
“en la escuela ,en las primeras etapas del desarrollo del niño utilizando como
recursos, materiales no estructurados para potenciar el desarrollo del niño.
A través del relato de la
fundación y primeros años de vida, los autores nos relatan sus vivencias,
experiencias de esta escuela llamada “activa “,y como las primeras experiencias
surgen ante la necesidad planteada como padres y esa necesidad de ofrecer una
alternativa a una escuela tradicional que necesita una estructuración y
adaptación a la sociedad actual.
PRINCIPIOS
GENERALES:
El matrimonio Wild no entiende la educación al
margen de los problemas sociales y del entorno donde se desarrolla. Para
conseguir este proyecto adquieren el compromiso de las comunidades de su área
de influencia y de las familias implicadas.
El principio pedagógico
fundamental es el de crear “unos
ambientes preparados” en la escuela, la libertad del ser humano prevalece sobre
cualquier otra cosa.
El papel de los adultos, es
proporcionar atención, amor y cuidado, con un respeto a las individualidades ya
que cada ser humano es único.
El desarrollo del organismo
depende de cuánto seguro se siente y de la calidad de la atención recibida
donde no suponga ni acomodarse ni someterse a exigencias que muchas veces no
llegan a comprender o no son representativas de su condición.
La autorrealización se da por
medio de la interacción sensorio-motriz autónoma con su entorno.
Respetar los procesos de la vida,
teniéndolos como marco de referencia y
que a su vez sirvan de herramientas para su desarrollo así como el punto donde comienza la interacción.
En las primeras etapas del
desarrollo del niño, con la necesidad de unos materiales no estructurados, se
ayuda a que sea su propia comprensión y a través de estos ambientes educadores
preparados, se favorece activar el potencial de cada niño a lo largo de sus
diversas etapas de desarrollo, que van desde un estado embrional hasta los 24
años. Es suficiente con que los niños se sientan relajados y seguros, amados y
respetados por sus profesores “adultos acompañantes” ya que educadores somos todos, y que sean
ricos en estímulos cognitivos, sociales y emocionales.
Estos ambientes deben ser ricos, abundantes, con diversas experiencias -
conocimientos que despierten su curiosidad y atención donde la creatividad juegue
un papel fundamental logrando así su autorealización y autonomía, de tal forma
que permita la plena maduración del niño así como el integro desarrollo de sus
capacidades en concordancia con el entorno.
Estos ambientes canalizan
aptitudes, permitiendo el desarrollo integro de sus capacidades y habilidades
teniendo siempre en cuenta el proceso de crecimiento y maduración de su
inteligencia.
Son los propios niños los que
toman sus decisiones y serán ellos
mismos tras resolver su curiosidad, experiencias y manipulación los que sentirán
la necesidad de trabajar con materiales estructurados y serán capaces de
aprender la lectoescritura, el cálculo…
Los profesores parten siempre, en
su práctica educativa, de sus observaciones de las experiencias de los niños
sin la necesidad de enseñar, solo tienen que activar y potenciar capacidades
creando ese ambiente seguro y cariñoso. Los niños deben experimentar, sentir, entender,
inventar.
FUNDAMENTOS DE LA PESTALOZZI:
-
Educación y respeto para el crecimiento interior
de los niños.
-
Ser capaces de regularse en este entorno
preparado diferenciando donde están los límites para lograr este contexto
respetuoso. Donde el amor sin respeto no es amor.
-
Experiencias con la naturaleza-cultura.
-
De lo concreto a lo abstracto, así como de lo
menos estructurado a lo más preciso .
-
Fomentar las facultades creativas de la
imaginación y la comprensión del mundo simbólico.
-
Atención segura-cariñosa por parte de los
adultos y donde todas sus vivencias, repeticiones invitan a tomar decisiones.
Los adultos serán marcos de
referencia para evitar “peligros activos”, con unas reglas y unos límites pero
acompañando a los niños en los diferentes procesos y preparando unos ambientes
que estén en coherencia con sus etapas sensitivas y de desarrollo.