miércoles, 8 de mayo de 2013

KINDERGARTEN


Entre  el nacimiento y los 6-8 años: Florece el desarrollo de la motricidad y de los sentidos. Por ello el énfasis recae en que la interacción sea sensorio motriz-emocional, pre-operativa, sin unas metas definidas, como una experiencia cualitativa de la realidad.
Este entorno debe cumplir las premisas de que existan los suficientes elementos para que el organismo se desarrolle en plenitud a través de un marco sensorial, motriz y emocional adecuado. El papel del adulto será de acompañamiento afectuoso.
En referencia a la estructura temporal, en la primera mitad se ofrece a los niños un ambiente preparado, incitado, estimulado, y son invitados por los adultos a participar. En este ambiente, la naturaleza y cultura se encuentran integradas lo que conlleva a la experiencia en la plenitud y armonía. Parámetros claros en el tiempo y espacio dan seguridad a las actividades autónomas, donde cada cosa tiene su sitio, con una gran variedad de opciones y donde no existen puertas ya que es el propio niño quien decide si quiere estar dentro o fuera. En la segunda mitad y siempre a la misma hora se llaman a las mismas actividades, en el mismo orden para crear unas rutinas, por ejemplo: los niños que quieren tomar el jugo y los que no quieren escuchan que es “la hora del jugo”, media hora más tarde comienza “la  hora del proyecto “en otro lugar. Al final de la mañana se realizará la hora del cuento, contado por un adulto.
Los procesos emocionales, sociales y cognitivos se convierten en uno solo a través de las interacciones impulsadas desde dentro.
 La transición en este ambiente relajado da paso sin temor alguno a la siguiente etapa de desarrollo.

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